¿Cuánto dinero hemos ahorrado estas últimas semanas de confinamiento en salir a comer fuera? ¿Y en viajes? ¿Y en terraceo?

Al menos en mi caso, el ahorro ha sido considerable y me gusta pensar, que más allá de resguardar mi bolsillo para un futuro, puedo tener algún gesto solidario este año, a raíz de la enorme crisis mundial que está poniendo de relieve las desigualdades sociales.

Y qué mejor destino que Guatemala a través de la asociación CONI, en la que participé hace 4 años.

Quienes me conocéis quizá sepáis que invertí un intenso verano en Chailpec, una escuela en Guatemala, que a día de hoy permanece cerrada en perjuicio de las niñas y los niños que en ocasiones sólo comían el plato que se les procuraba en las aulas a medio día.

Una pequeña donación, incluso anónima, puede ayudarles a soportar las dificultades extra derivadas de la pandemia, ante la cual no disponen de recursos básicos (ya no sólo sanitarios) para permanecer fuertes ante el virus.

Un abrazo inmeso y ¡gracias por leerme!